Hace tiempo que conocíamos la marca ROOM SEVEN por sus papeles de pared. Aunque en principio puedan parecer clásicos, combinados con muebles y objetos de diferentes estilos, adquieren su propia personalidad.
Mezclados entre sí, tipo patchwork.
Con mensaje flower power.
Con lunares gigantes.
Cuadritos, estrellas, rayas, todo está permitido.
Es verdad que el papel de pared condiciona los muebles y la decoración de la habitación, pero no pasa nada por saltarse un poco las reglas y mezclar. El cuarto de los niños tiene que ser un sitio divertido ¿no?
Además de los papeles de pared ROOM SEVEN tiene su propia línea de ropa de cama. En las colecciones anteriores seguía fiel a sus colores y estampados, pero en la nueva para esta primavera, nos ha sorprendido sacando su lado más retro.
La diseñadora de esta marca, Brechtje Olsthoorn, es hija de los fundadores de Oilily, por lo que desde niña estuvo rodeada de colorido, telas y diseño. Cuándo se convirtió en mamá, su creatividad se expandió y amplió el universo de Room Seven con objetos decorativos para la mesa, moda y complementos infantiles.
Sus manteles y vajillas enamoran.
Sólo nos ha faltado hablaros de la nueva Oilily, que hace poco se fusionó con Room Seven, pero esto lo dejamos para otro día.